Camino a los playoffs

Por primera vez en lo que va de temporada Gran Cordero ocupa puestos de playoffs. Con la contundente victoria contra Caja Redonda (54-35) y la derrota de Limonchelo contra Miraobras, los corderiles ya ocupan la segunda posición con un record de 9-2, frente al 10-1 de Miraobras y el 8-3 de Limonchelo. Comoquiera que el último partido de la liga enfrentará a Gran Cordero y Miraobras, puede que el primer puesto todavía esté al alcance de los lanares pese a su mal comienzo de temporada. El segundo título de división consecutivo depende de ese partido y de los seis que aún quedan antes, si bien los rivales no asustan demasiado.

Gran Cordero impuso su jerarquía desde el principio y es que, si bien contaban con las bajas de Simón, Fer y Arturo, los rivales apenas eran cinco y además el que se suponía que era el bueno no apareció. Tampoco apareció el de la mesa, lo que retrasó bastante el partido. Esta vez no fue necesario un gran partido de Modorro (10 ptos. y 9 reb.) ni de Dani Alonso (7 puntos en total, 0 en la primera parte). A pesar del gran número de faltas que el empanado arbitrucho cargó en la cuenta de nuestros corderos, el banquillo funcionó perfectamente en esta ocasión. Los cambios constantes fueron demasiado para Caja Redonda, que poco a poco fue perdiendo contacto en el marcador. Jorge y Feerrr se encargaron del 10 rival que era el único que anotaba y al descanso Caja Redonda llevaba sólo 15 puntos (32-15).

Rubén confirmó su gran estado de forma y junto a David Navas (enorme partido) y Jorge (bien en defensa y en ataque) paliaron el flojo partido de Lorenzo Man y Dani Aubareda (empeñado en golpear con su cara y su pecho el codo de los rivales).

En la segunda parte despertó un alicaído Dani Alonso, motivado por la presencia de María Ipa en las gradas y por su cambio de vestuario. Feerrr siguió desesperando al 10, Carlos se fajó en todos los rebotes y metió dos tiros libres, Jorge tiró uno de los suyos contra el tablero una vez más... en fin, la monotonía y el tedio se apoderaron de un partido ya sentenciado en el marcador y poco espectacular en la cancha. Los corderos abusaron de la línea de tres, y solo cuando pudieron correr consiguieron anotar con cierta fluidez.

El último cuarto sirvió para que Ortiz jugara sus primeros minutos en varios partidos y que algunos de los jugadores se lo pasaran en grande haciendo gamberradas desde el banquillo. Esperemos que la directiva estudie y castigue como se merecen estos actos de indisciplina. El caso es que entre tiro libre y tiro libre se fue acabando el partido con triunfo corderil y alegría de las numerosas aficionadas que se dieron cita en el coliseo de Chamartín (Reme, Cristina, Mónica, la Rodri, María Ipa y Tere). Después de llegar hasta aquí sólo cabe esperar que los Proporros no nos vuelvan a mojar la oreja. Para ello se hace un llamamiento desde ya para que los que puedan venir, vengan.