Gran Cordera acude a tiempo a su cita con la historia

El 2 de noviembre de 2003 pasará a los anales (con perdón) del baloncesto femenino como el día en que Gran Cordera, el más grande equipo jamás formado, consiguió su primera victoria. Tras remontar el 6-8 adverso con el que se reinició el partido en el Auditorium Arena, las chicas se hicieron con un partido muy emocionante consiguiendo una victoria que era difícil de imaginar que llegara tan pronto. Eso que el partido recomenzó con la ausencia absoluta de entrenadores (curioso en un equipo que destaca precisamente por la cantidad de tíos listos que intentan gritar más que Nico para dar instrucciones), pero pronto se vio que la cosa iría por buen camino: el partido se vio ganado desde el principio. Básicamente cuando el árbitro cerró el acta porque las Iticas no se habían presentado. ¡Qué cobardes, qué ruines! Es tal la leyenda del Cordero que los rivales se echan a un lado en vez de combatirlo

En este momento de euforia es justo recordar a todas las que por una razón o por otra no pueden estar con nosotros en este momento. No nos referimos a Vázquez Montalbán, sino a gente como Inés Thiebaut, Carmen, Elena, Ana... que el año pasado iniciaron la senda del triunfo y sin cuyo esfuerzo en ese momento no se podría haber llegado a esta cumbre. Lo cierto es que la plantilla corderil es muy completa y que las incorporaciones de Eva y Reme hacen que se pueda soñar con mayores éxitos en poco tiempo. Tras dos semanas rozando la victoria no hay motivo sino para ser optimista a sólo dos semanas vista del esperado y cruento duelo contra las Risto Körkia, catalogado ya por muchos como el partido del siglo. Sin duda las incorporaciones de Victoria y Cristina han dado un salto de calidad decisivo pero no conviene olvidar el excelente trabajo de "veteranas" como la Rodri o Vera y de jugadoras sin vitola de estrella como Teresa.

Visto lo visto en el equipo masculino está claro que este es el año de las corderas. Unamos todos nuestras fuerzas para ayudarlas en su marcha.