Un fatídico último cuarto acaba con Gran Cordero

Toda derrota conlleva desilusión y rabia. Mucho más si implica la eliminación como ha sido el caso este domingo. Pero Gran Cordero debe extraer consecuencias muy positivas del partido ante Lo Marrón: ante un buen equipo que jugó muy bien merecimos la victoria durante casi todo el partido, demostramos estar instalados definitivamente entre los mejores del distrito, y descubrimos- ay- algunas de nuestras carencias para poder mejorar en el futuro. En definitiva, un partido de los que sirve para ganar experiencia. El año pasado supimos lo que es perder ante un equipo que juega trabado- Maravillas- y este año sabemos lo que es que te elimine un equipo que corre. Poco a poco.

Y es que no hay mucho que reprochar a Gran Cordero en el partido de ayer: quizás su poco acierto en el tiro exterior ante una defensa que se cerró descaradamente y que no supimos defender los contraataques rivales. Está claro que lo importante no es correr mucho sino correr bien, y ahí Lo Marrón demostró ser una plantilla más rodada, pues siendo sólo seis eran capaces de llegar antes que los corderos incluso en el último cuarto. Desde el principio se vio que el partido iba a ser raro y de mucha anotación. Gracias a nueve puntos del 6 y a diez de Dani Alonso, el primer período acabó 20-20. Hubo un pequeño momento de caos cuando Lo Marrón se puso cuatro arriba (14-18), pero que pronto fue solucionado con un parcial de 4-0.

El segundo cuarto empezó con otro triple del 6 (16 puntos en total), pero fue un espejismo: el cansancio fue poco a poco apoderándose de Lo Marrón y los pocos minutos de descanso que tuvo el formidable base número 13 fueron aprovechados al máximo por los lanares para conseguir sus primeras ventajas (29-25, 33-29). La defensa corderil empezó a funcionar de verdad con el equipo suplente en pista ( soberbios David y Dani Aubareda), pero la fatalidad quiso que en el último segundo nos volvieran a meter una canasta inverosímil, que puso a los marroniles por delante al descanso (33-34).

En el tercer cuarto más de lo mismo: que parece que están cansados, que ahora corren menos... pero nada, estos chavales de Lo Marrón (en especial el 10 y el 13) son unos motorcillos que no paran ni un momento. Cuando un parcial de 7-0 en el marcador propició la mayor ventaja para Gran Cordero (43-38), se pusieron en una defensa individual que los corderiles no supieron remontar. Si hubo partido a partir de entonces fue primordialmente por el dominio bajo los tableros de Dani Alonso y Modorro (se notaron las bajas de Rubén y Carlos con su juego más físico). Con empate en el marcador (45-45) a falta de seis minutos para el final del partido, el 13 se clavó un triple matador. A partir de ahí Gran Cordero se la jugó a hacer faltas, y, si bien, los marroniles fallaron dos de los primeros cuatro, el 10 supo acertar con los dos últimos cuando el sol más apretaba (53-54 a falta de cinco segundos). La última jugada estaba pensada para David, pero la buena defensa de Lo Marrón obligó a recibir a Simón que ni siquiera tuvo tiempo de intentar el triple.