Gran Cordero consigue por segundo año su clasificación para cuartos

Grupo fácil o grupo difícil, lo cierto es que Gran Cordero está un año más entre los ocho primeros del distrito y eso será por algo. Se desconoce aún el rival en cuartos, aunque saldrá del enfrentamiento Mojinos-Desokupados, dos tremendos equipos (especialmente los segundos). Y Gran Cordero está en cuartos porque ha ganado a un gran equipo: ICD Mentes. Un equipo que lucha cada balón, que saca petróleo de sus recursos y que no descansa nunca.

ICD había ganado los 18 partidos de liga regular (ante rivales como Freak Brothers o Gingo Biloba, que no lo regalan...) pero llegó al momento decisivo con una baja importantísima: Chus, el hombre que les dio el triangular de Navidades ante aquel diezmado Cordero. Sin Chus, los ICD son más que competitivos y lo han demostrado varias veces a lo largo del año, pero hoy era uno de esos partidos para ir con todo, y si a los mentes les faltaba su mejor jugador, a Gran Cordero no le faltó nadie.

Modorro se habrá ganado una buena bronca en el curro, pero al final se jugó el partido casi entero, se duchó en un plis y se piró en coche a Alonso Martínez. Criaturita. En medio dejó su sello: 18 puntos y 17 rebotes jugando todos los minutos del partido (excepto los dos últimos, que no llegaba...). Eso es lo que yo llamo ser un jugador franquicia. Pero no estuvo solo, a su lado estuvieron los once jugadores del equipo (todos jugaron) y en especial El Barrilete Cósmico, con su mejor partido desde que juega en el equipo, y Nachete, que aunque no estuvo brillante en el tiro, sacó de quicio al rival con su presión en todo el campo. Lástima que mañana no esté.

Otros jugadores tuvieron peor suerte: en especial, Jorge y Carlos, que prácticamente no pudieron jugar. Nueve faltas entre los dos en unos diez minutos de juego. No importa: mañana tienen otra oportunidad y el fin de semana que viene, otra. Por cierto, Gran Cordero defendió duro y fuerte, pero... ¿32 faltas? En 48 minutos a tiempo corrido debe ser un record. El otro día no nos pitaron ni una en tres cuartos y medio y hoy 32 contra un equipo físicamente inferior. En ningún caso el árbitro fue un factor en el resultado, pero el dato es chocante.

El partido en sí tuvo emoción y tensión, pero ICD no dispuso de una sola ventaja en todo el partido excepto un 3-2 inicial. El resto del partido fue de color azul: el primer cuarto 17-9, gracias sobre todo a la presión de Nacho y Jorge. El segundo cuarto, más trabado, con ICD defendiendo en una zona muy agresiva y eficaz, acabó 26-24... y pudo ser peor. Pero como no lo fue, el tercer cuarto fue el de Gran Cordero. Moviendo rápido el balón, con Barrilete y Nacho soberbios, con Simón batiéndose el cobre abajo y Dani Alonso anotando desde lejos, los lanares cogieron una diferencia de 12 puntos, que se quedó en 8 al descanso con dos tiros libres de Rodrigo (38-30).

El último cuarto fue el cuarto de la sensatez y el modorrismo. Con un juego inteligente, pausado, de movimiento de balón buscando la mejor opción, los corderos consiguieron encontrar a Jaime en sus posiciones favoritas: a tres-cuatro metros del aro. Entre eso y la sobriedad de todos los que salieron a la cancha (sensacional Arturo, mucho más calmado Dani Aub y un batallador Fer Cabezas), ICD no tuvo ni una opción de dar la vuelta al partido. Defendieron con una presión en todo el campo, pero Gran Cordero reaccionó metiendo tres bases (Feerrr-Nacho-Simón) y esa misma presión dejaba los huecos denrto. Un triple descomunal del Barrilete puso la máxima ventaja (53-38) a falta de cuatro minutos. El partido estaba ganado pese a que los mentes no se rindieron, Antoine siguió enchufando y sus pivots luchando los rebotes.

Los últimos minutos sirvieron para ver el debut de Javi Molina en unos playoffs y ver al míster 10 segundos exactos sobre la cancha, así todos podremos decir: le hemos ganado a ICD Mentes. Es sólo el principio del camino.