Contundente victoria de ICD-Mentes

En una mañana perfecta para la práctica deportiva (bueno, quizá hacía un poco de calor) el ICD se enfrentó a uno de los rivales clásicos en las tierras del Promotor: Garra Chamartín. Todos recordábamos la enormes palizas del año glorioso, aunque el resultado de la primera jornada, donde perdieron 45-67 contra Gingo Biloba, nos hacía sospechar que acaso estos tipos habían fichado a alguien bueno.

El caso es que eran prácticamente los mismos de siempre, salvo el #19, que tenía mejores maneras que el resto (pero nada para inquietarse). No obstante, la defensa individual que el ICD planteó al inicio se les atragantó y no consiguieron anotar en el primer cuarto. A los mentes les bastó con robar o coger rebotes y correr unos cuantos contrataques, bien culminados por MikiRoy, David, o Antoine. La presencia de Ulises, llegado de Valladolid especialmente, era más que suficiente para intimidar a los rivales bajo canasta -- a pesar de un cierto descontrol en el ataque estático. El segundo cuarto fue más de lo mismo con un importante protagonismo de Ulises, al que se le permitió jugar casi todo el partido para lucirse o desfogarse. Javi dio muestras de estar más en forma y más metido en el equipo que el año pasado (buena noticia para el ICD), mientras que a Isma se le nota todavía la lesión del verano (muy mala noticia). Al descanso, 28-4.

La vuelta a la zona 2-3 después de la 1-2-2 supuso un cierto bajón de tensión entre los mentes. Garra Chamartín no son muy buenos pero la típica zona de toda la vida no la atacan tan mal (sobre todo cuando los defensores no se fajan). De ahí el triste 7-7 del tercer cuarto para un 35-11.

Con el partido decidido, el ICD se limitó a sobrevivir con lo justo; C's aprovechó la ocasión para demostrar que se conoce los aros de Alfonso XIII perfectamente (8 puntos, 2 triples en este cuarto) y los demás pasamos por el partido tranquilamente. Sin pena ni gloria, vaya.

Conclusión, el ICD está lejos de un buen estado de forma (este cronista el primero) y va a tener que tirar muuuucho de oficio cuando se nos presente algún equipo más grande o con más ganas. Sobre todo cuando no venga ninguna de nuestras estrellas, como probablemente sucederá en la mayoría de los partidos.