Un largo camino hasta esta primera victoria

Este tipo de éxitos no son cosa de un día. Uno no se levanta y el equipo contrario no se presenta y ya está. El camino hacia el éxito es largo y tortuoso y para las corderas no ha sido una excepción. Todo comenzó en las mentes de Inés Thiebaut y María Rodríguez. Ante las primeras dificultades se hicieron gestiones con las entonces Sidi-Hidi (hoy parte de ese reverso tenebroso que es Risto Körkia). Cuando esas conversaciones parecía que iban a llegar a buen camino las Corderas Fanáticas tomaron el control de la situación e hicieron un equipo a su medida.

La primera plantilla de la historia de Gran Cordera estaba formada por Ester, María Rodríguez, Ainhoa, Carmen, Elena, Ana, Vera, Inés, Raquel y las entrañables Chiara y Claudia. El equipo se preparó duro para el torneo de Primavera bajo la ferrea disciplina de Nicolás Pérez de Agustín y las primeras victorias hubieran llegado de no ser por la mala suerte: todas sus rivales se presentaron. El primer equipo ante La Torre se vivió con una inusitada expectación y un apretado 4-75 en el marcador. JLC e Inserso también conocieron el terror de enfrentarse con nuestras batalladoras corderas y sus victorias fueron sufridas y apretadas.

Tras las extradiciones de Ana e Inés se temió por el futuro del equipo. De hecho, no había equipo. En una desesperada reunión a finales de agosto con Ainhoa Jayone , Estibaliz Morrás y Remedios- la jugadora que más partidos ha disputado con nombres distintos-, la directiva consiguió cerrar un principio de acuerdo para que el llamado "sector Hortaleza" se hiciera cargo de la plantilla. Pronto llegaron los fichajes de Victoria, Paloma, Mónica, Cristina, la propia Estitxu y Teresa. Unido a las costosas (son unas peseteras) renovaciones de la Rodri, Vera, Raquel, Ester y Jayo, el segundo proyecto de Gran Cordera se puso en marcha. Una dignísima actuación en la Lambess Cup y dos apretados partidos de liga han llevado a esta histórica primera victoria que las corderas tienen pensado disfrutar bañándose desnudas en una piscina de champán. ¡Menudas son ellas!