Ridícula "Final Four" en Alfonso XIII

Ridículo. El promotor tendrá sus razones, los campos estarán ya alquilados para el Marca, las fechas apremiarán... pero disputar las semifinales y la final del distrito en Alfonso XIII es sencillamente ridículo. Un campo con aros doblados y en cuesta. Ahí es donde los cuatro mejores equipos de este año dirimirán quien merece llevarse el título.

Abrirá esta curiosa "Final Four" la semifinal Rudulí-Quinta de Pepe, un clásico donde los haya, reedición de la final de 2003. Nosotros vamos con Rudulí, a ver si jugamos contra ellos la final y les ganamos, porque lo de ese equipo con las finales es una auténtica maldición (cuatro seguidas perdiendo). El partido se disputará a las 3 de la tarde y tras el mismo saltarán a la cancha los Weekend Warriors y Gran Cordero.

Lo bueno de jugar a las 4 es que Modorro podrá estar sin problemas -en principio- y que nos da un margen de descanso tras el partido del Marca de la mañana. Los Weekend Warriors son muy buenos y a los Freak les ganaron de 40 lo que para ser semifinales no está tan mal. Pero, insisto, cuando uno gana siempre con tanta diferencia, el primer partido que se complica acaba siendo un sufrimiento. Nosotros también hemos ganado a unos cuantos equipos de 60,70 o incluso 90 puntos de diferencia, y luego llega Galácticos y mira... Por cierto, que contra Galácticos jugaron el partido de octavos, pero el resultado no aparece en ningún lado.

Eso no quiere decir que Gran Cordero vaya a jugar sin presión. Si uno está en semifinales y no siente presión es que no le gusta esto. El equipo lanar está a dos victorias del título, y aún me atrevería a decir a una victoria, puesto que los Warriors parecen el mejor equipo del distrito y una vez que lleguemos a la final no nos para nadie. En principio, el equipo formará al completo con la duda de cada fin de semana de si Nacho vendrá o no. Suponemos que, al menos el sábado, si estará.

La final se disputará también en Alfonso XIII, el domingo a las 12, lo que imposibilita todo tipo de cogorza la noche anterior para celebrar el triunfo.