Guille Álvaro la vuelve a montar

Es evidente que algunos dirigentes no están a la altura de los clubs que representan. Cuando desde todos los medios se lanzan mensajes de ayuda y respeto hacia los árbitros, el director deportivo de Gran Cordero, Guille Álvaro, volvió a protagonizar un lamentable episodio este fin de semana. En el partido que enfrentaba a la sección dublinesa del club lanar, los Liffey Lambs contra los Kensington Pints, se vivieron unos de los momentos más tensos de la historia del baloncesto de distrito irlandés.

Corría el último minuto de la primera parte cuando la árbitro Rachel O´Bisby decidió descalificar a Matteo Ruffatto, el jugador estrella de los Liffey Lambs y una de esas personas por las que merece la pena pagar una entrada para verle. La jugada era algo confusa, pero la reacción del señor Álvaro fue contundente: nada más pitar el final del período, bajó iracundo al túnel de vestuarios donde se encontró con la susodicha árbitro, a la que le dijo en su perfecto irlandés: "Ya bitchy mothafucker, gonna kill´ya bastard, suckadicka asshole", que, traducido al español viene a decir algo como "No he visto nada parecido en mi vida, tenéis que estar muy seguros para hacer lo que habéis hecho, os habéis cargado el partido".

En ese momento aparecieron varios miembros de los Pints que increparon a Guille y se vivieron momentos de alta tensión, con Constantino Romero de por medio y todo. Algo más sereno -que no es decir mucho- y tras la conclusión del partido que su equipo finalmente ganó, el director deportivo lanar hizo las siguientes declaraciones: "Quizás estuve poco acertado y me salí del perfil que define mi actitud y la de Gran Cordero como club, pero sentía que tenía que defender nuestros intereses". Aseguró que en ningún momento hubo insultos (tal y como hemos podido comprobar) y que la situación no pasó de un mero intercambio de pareceres en voz alta.

Desgraciada actuación la de este hombre que amenaza con arruinar la buena imagen del corderismo.