Solo la suerte pudo con Gran Cordero en su torneo de presentación

Después de dos partidos y casi 23 minutos del último, Gran Cordero era el vencedor de la prestigiosa Lamb Cup. A pesar de ir todo el partido por debajo en el marcador y tener 6 puntos de desventaja a falta de poco más de tres minutos una remontada encabezada por Jorge y Dani Alonso colocó a los locales un punto por delante (23-22). Fue entonces cuando apareció la prodigiosa muñeca de Eduardo "Bodiroga" Sánchez que sentenció el partido con un triple estratosférico a pesar de la temible oposición de Ortiz, que casi llega al tapón. En el siguiente ataque corderil reinó la confusión y el balón perdido de Simón dio al traste con todas las esperanzas. Todavía tuvo Gran Cordero la opción de la victoria, pero los fallos de los Kings en los tiros libres no fueron aprovechados: hasta en dos ocasiones se perdió el rebote defensivo y por consiguiente el partido.

Puede que el final fuera un poco decepcionante, pero desde el principio la Lamb Cup demostró que tiene visos de convertirse en el torneo más espectacular del verano municipal. La pista del Gimansio Moscardó se pobló enseguida de algunos de los mejores jugadores del mundo: Rodrigo, el 5 y el 8 de Combo, Edu y el 13 de Campamento Kings, y por supuesto, los dos fichajes más sonados de la pretemporada: Dani Alonso y Rubén Simón que hacían el debut con la camisola azul del Cordero. En las gradas el ambiente sólo se puede calificar de increíble. Las aficionadas corderil, reunidas en un número superior a 5 convirtieron el gimnasio en un infierno para los rivales con sus cánticos continuos y sus vítores a los héroes lanares. Los primeros en sufrir la descomunal presión de la grada fueron los jugadores de Combo. A pesar de que el año pasado demostraron ser superiores en ambos partidos (solo el saber hacer de Fer les impidió hacerse con la victoria en la ida), el partido sólo tuvo un color : el azul (oscuro, quiero decir). Gran Cordero salió con una 3-2 poco estudiada en defensa y con los nuevos fichajes en la pista, lo que provocó cierta confusión y las primeras ventajas combiles: 5-7 tras triple de ese clásico que es el 8. Pero Dani Alonso despertó, se quitó los nervios de encima, y coincidiendo con la entrada de Jorge, Gran Cordero endosó a sus rivales un parcial de 17-0 que rompió definitivamente el encuentro, a pesar de fallar hasta seis tiros libres consecutivos en ese periodo. La segunda parte fue un "quiero y no puedo" de los azulclarito, que a pesar de mostrar buenas maneras y no rendirse nunca, acusaron demasiado la discutida expulsión de su mejor tirador (qué bueno eres, Josete, qué bueno eres!) La diferencia nunca bajó de los 10 puntos y así las estrellas corderiles pudieron descansar tranquilamente en el banco.

El siguiente partido enfrentaba a los temibles Kings y a Combo, pues el sorteo quiso que fueran los locales los únicos en no disputar dos partidos seguidos. Ese partido no es que estuviera mal, pero vamos que a la gente ni fu ni fa porque no es lo mismo ver baloncesto de altísima calidad que baloncesto sin más. Esta vez Combo demostró más cosas y se mantuvo constantemente en el partido sobre todo gracias a los triples. Al descanso se llegaba con un apretado 9-12 a favor de los Kings, que prometía emoción y la hubo. Combo no bajó los brazos pese a estar 8 abajo (16-24), y aún con dos de sus estrellas en el banquillo expulsados de nuevo por el todopoderoso Josete, se pusieron a 3 puntos antes de fallar dos tiros libres decisivos, que acabaron por dar el partido a los Kings (24-28). El punto fuerte de la mañana llegó justo antes de la gran final: dos representantes del grupo ultra Corderas Fanáticas condecoraron y otorgaron toda clase de extraños utensilios a Daniel Pacios, elegido el año pasado en polémica votación como el Hombre Cordero 2002. El pobre Dani aguantó el chaparrón, se paseó con la corona sobre la cabeza y jugó el partido siguiente con un bracalete distintivo en el brazo. Jugó poco, es verdad, pero es achacable al entrenador y no a él. En fin, que al final llegó la final, y que como ya hemos dicho, a pesar de que Simón dirigió con tino, que Rubén y Arturo se fajaron como campeones y que Jorge demostró que su mala racha en el tiro es pasado, Gran Cordero cayó con la cabeza alta como siempre. Una victoria y una derrota in extremis que hacen que las esperanzas en este equipo se disparen a poco más de dos semanas del inicio oficial de la temporada.