Conoce mejor a Teresa Molina

La noticia corría como la pólvora en la madrugada del sábado, aún sin confirmación oficial. Tras la negativa de María Rey a renovar su mandato -cuatro años fue su promesa electoral y ha decidido mantenerse fiel- fuentes del club revelaban el nombre de su sustituta.

Durante algunos momentos la confusión reinó en el corderismo: tras felicitar en su portada a Inés Molina, el diario El País tuvo que rectificar inmediatamente y Joaquín Estefanía le dedicó un artículo entero a María Isabel Molina como gran presidenta de peñas corderistas. No andaban lejos, más grave fue el error de La Razón que salió en portada con una foto de Javi Molina fumando un "cigarrito", bajo el titular: "Esta es la juventud que nos preside".

Como todo el mundo sabe, La Razón es el medio utilizado habitualmente por la directiva de Miraobras para presionar a la opinión pública.

No fue hasta la una de la madrugada y en La Vaca Austera que el director deportivo y la anterior presidenta anunciaron oficialmente la noticia: será Teresa Molina quien tome la responsabilidad de las peñas este año.

Pero, ¿quién es esta absoluta desconocida? Según ha podido saber grancordero.com, Teresa Molina nació en una fría mañana de 1980 y ya desde pequeña se vio que era pelirroja. Muchos años después, 22 exactamente, Teresa Molina saltó brevemente a la fama por estar a punto de ganar la primera vuelta de la porra del Mundial de Corea.

La fortuna, entonces, le fue esquiva.

Ese mismo año, Teresa Molina se afilió a la Fundación Cordero, haciendo lo que se conoce como "un Boris", es decir, dejó las pelas y desapareció, concretamente a Boston.

Un año después, en 2003, entró a formar parte de Gran Cordera, con el dorsal número 13. Sobre la cancha, Teresa Molina ha destacado por ser una luchadora que las mete cuando está de espaldas. Su conexión con Vera Estefanía llevó al equipo lanar a los mejores resultados de la historia.

Pero quiso la mala fortuna que la sociedad se disolviera de la peor manera. Primavera de 2004: sentados en torno a una terracita anexa al Polideportivo de La Concepción, los corderos están a punto de elegir a Teresa Molina como "Mujer Cordera 2004", lo que hubiera supuesto su consagración definitiva. Sin embargo, por apenas un voto la elegida es precisamente... Vera.

Teresa asumió la derrota con gallardía y pundonor y dejó claro a Vera que "ya le valía que no le viera el pelo por Madrid en al menos un año o a lo mejor se encontraba con algún problema". Vera, sabiamente, decidió abandonar el país rápidamente y hasta hoy.

Teresa Molina ejerció de vicemujer cordera en ausencia de la titular todo el año, preparando su candidatura a la elección de 2005, donde consiguió un noble tercer puesto.

Entre las razones por las que ha sido elegida por la directiva para tan prestigioso cargo está el hecho de que, según cierta fuente del club que no quiere a cambio ningún favor, ni puntos extra en la lucha por Hombre Cordero ni nada semejante: "Es una belleza sin igual, tanto en el aspecto físico como en cuanto a su personalidad. Es sencillamente deslumbrante: sus ojos rugen como el azul del mar, sus dientes son perlas en la oscuridad de la noche, sus pechos, amapolas..."

Tras una breve investigación, Grancordero.com ha podido comprobar que Teresa Molina NO tiene los ojos azules y que lo que es el hombre este es un pelota de cuidado.