Frío Polar en el Auditorio Coliseum

Los cinco valientes que se dieron cita colaboraron en la anotación, registrando todos ellos dobles dígitos. A destacar el pique de puntuación entre los dos ochos corderiles -Lechal Kid y Ramos (razablanca, coleta, tirador)- decantado a favor de este último al forzar el fallo del primero en una postrera bandeja. "Es que si no te defiendo fuerte, me quedo frío", dijo el controvertido ex-Paquete.

Nuestros otros muchachos tampoco se amedrentaron: Dani Auba guardó sus mejores momentos para la llegada de Ana a las gradas, Simón casi saca un balón del campo con un tapón (y acto seguido, otro con un "pase") y Carlos se fajó muy bien en las oportunidades que le quedaron, que no fueron muchas por la dichosa manía de nuestros chicos de robar el balón y correr el contraataque.

Sin embargo, tan alta anotación y la abultada diferencia final pueden llevar a engaño, ya que hay que destacar que el rival plantó cara durante los dos primeros cuartos -en el tercer cuarto llegaron a estar sólo 7 abajo (31-24, min. 25)-, con alguna canasta de mucho mérito, y que fue un parcial de 30-0 el que en ese momento rompió el encuentro (61-24, min. 39). Momento en el cual el entrenador lanar pudo respirar tranquilo desde la distancia que el comité de competición sabiamente había puesto entre medias.

Quizás por la complicidad de estar jugando en el polo hubo buen ambiente entre ambos equipos, e incluso con el árbitro, que quería ver las faltas que se comía en la cámara de vídeo. "No sé darle para atrás" fue la condundente respuesta de nuestro presidente, y es que el enemigo es el enemigo. Una pequeña protesta de un rival porque nuestros chicos no bajaron el pistón (ahora sí, Ramos: "Es que si no te defiendo fuerte, me quedo frío") no empañó el partido.

Sí se empañó el coche de Ramos mientras nuestros muchachos acudían a animar a las Corderas, pero ésa es otra historia.

Gran Cordero 81 - Proporros 32