Un invitado sorpresa

El febril Dani Alonso
La desesperación y el tedio se apoderan de los concursantes
Los enfrentamientos entre Amor y el atractivo Guille Ortiz fueron constantes
La productora tenía un producto que cuidar y ese producto no funcionaba. Los primeros índices de audiencia que llegaban desde Madrid (los tomaba Fer Cabezas) mostraba un desinterés evidente por parte de la población (especialmente de Modorro, que estaba en la Ronería). Ante esa situación, a la organización no se le ocurrió mejor solución que meter a un nuevo concursante que pudiera tener gancho ante la audiencia y que creara nuevas y polémicas situaciones.

Contactaron con Pocholo pero no se llegó a un acuerdo económico. Amor Marroquín, de vuelta de una gira impresionante por media Europa, dejó clara su posición: "Voy si me recogéis en el Cercanías", así que fue la elegida. Si los productores querían espectáculo, lo iban a tener.

Los concursantes recibieron a Amor con cierto recelo y le hicieron la típica novatada de tirar a un tipo con bici al suelo para que se asustara. Amor no se dejó impresionar: le robó al actor la bici, el reloj, una cartera con la foto de su familia y al llegar al campamento se zampó parte del bizcocho sagrado de las Ipas ante la indignación de todos, menos de un Dani Alonso febril que meditaba si abandonar o no el juego.

Amor no puso las cosas fáciles y no quiso integrarse en ningún momento en las actividades del grupo. Ella, con su mochila siempre al hombro, prefería la vida sedentaria y no ayudó a sus compañeros en las labores del grupo, particularmente la ya citada de darle pataditas a un misterioso balón de cuero. La ira en los rostros de sus compañeros era indescriptible: bastaba con ver sus rostros rojos y sedientos de venganza.

Las cosas se calmaron cuando reconoció que la serie "Banner y Flappy " existía y se ganó una aliada en Alba Ipa.

Las primeras nominaciones